- Obsequiar algo a la familia
- Observar y tomar nota
- Probar cosas nuevas
- Recordar que se es invitado
- Respetar reglas
- Aprender de ellos
- Pasar tiempo y compartir
Esta experiencia puede ser una de las mejores de tu vida, sin embargo, antes debes aprender a vivir con extraños en otro país, cosa que como todo, requiere práctica y adaptación, no obstante, aquí se mencionarán una serie de tips para establecer las bases de una relación homestay, ya sea que se necesiten poner en práctica a partir de mañana, o bien, a considerar para el siguiente viaje. Un punto a destacar es que se debe recordar que quien se adaptará al país/familia/cultura será una(o) misma(o), por lo que al acoplarse puede ser que toque poner más del 60% para este proceso, que es completamente normal.
Vivir con gente local puede ser una oportunidad para conocer de mejor manera la cultura, las costumbres y el estilo de vida, pero también puede ser una experiencia algo imponente o intimidante, debido a lo que significa vivir en una casa ajena. Pero esto no es ni todo blanco, ni todo negro, es gris y con matices, ¿O qué? ¿Acaso nunca se pelea con la propia familia? Por supuesto que sí, ninguna relación es perfecta y en todas se tiene roces, por ende, se debe tener paciencia, tolerancia y mucho cuidado con el fin de no causar conflictos fuertes con la familia anfitriona, vaya se debe estar consciente y ser agradecida(o). Otra cosa a tomar en cuenta son, las barreras idiomáticas y culturales, sin embargo, será completamente normal y ambas partes (familia/estudiante) deberán estar conscientes de ello, es parte de la experiencia enriquecedora.
Ahora a lo que se viene, por los tips:
Considerando que una familia desconocida que vive en el extranjero le está abriendo las puertas de su casa a un(a) visitante para que se acople a su rutina, cultura y estilo de vida, es lo menos que se puede hacer por ellos, es altamente recomendable entregar un presente característico de la región de origen del estudiante, ejemplo: de México se puede obsequiar una máquina para hacer tortillas, que además de que les funcionaría para preparar comida, se les podría enseñar a usarla y así romper el hielo. Cualquier detalle típico del país será bien recibido por la familia, pero ojo con la aduana.
Observar y tomar nota de sus costumbres
Como ya se mencionó anteriormente, aquí se debe tener en cuenta el estilo de vida de la familia anfitriona. Muy probablemente, el primer día será de dar reglas a cerca de lo que se puede y no se puede hacer, aquí lo importante es intentar no cuestionarlas, poner en juego todo y adaptarse hasta que sean parte de la rutina. Como ejemplo, un año escolar en Japón implicaría que a lo largo de la estancia allá, no se pudiese entrar con zapatos a la casa, y si esta costumbre no es acatada, puede representar una falta grave de respeto. La familia anfitriona sabe y entiende perfectamente que el estudiante no llegará con todo el conocimiento para saber comportarse de inmediato, sin embargo si esperan ver interés y cambios para finalmente tener esa adaptación.
Es recomendable hacer una investigación previa sobre la cultura, para anticiparse un poco y no esperar hasta que la familia explique todo, esto dará una gran primera impresión, que además ellos apreciarán mucho.
Probar cosas nuevas
Esto siempre es muy emocionante, y obvio, ayudará a la mejor adaptación, el estar abierto a probar cosas nuevas es un gran paso para el estudiante. El adentrarte lo mejor posible en la forma de vida e incluso el probar cosas que podrían parecer extrañas es la mejor forma de demostrar respeto hacia la familia anfitriona. Es recomendable que la comida sea probada al menos una vez por cada ofrecimiento. Si se es una persona muy directa o seca, bueno, queda prohibido decir “no me gusta esto”, no está mal ser honesto, siempre y cuando se tenga tacto para decir las cosas, ya que a veces se pueden herir los sentimientos de las personas que prepararon la comida.
También es recomendable que una(o) pida que le enseñen sus hobbies favoritos, que le lleven al teatro, juegos, conciertos, etc.
Tampoco debe ser tanto tema el que alguna experiencia no hay sido lo suficientemente buena para una(o), la familia anfitriona estará en el entendido de que se busca disfrutar el programa de alojamiento, por lo que no obligarán a que se haga algo que no es del gusto, mientras que se le haya dado una oportunidad anteriormente, todo ok.
Recordar que se es invitada(o)
La familia anfitriona ofrece hogar, no solo un lugar donde dormir. Pero al final del día, se es un visitante temporal, es muy probable que haya cosas que una(o) hacía con anterioridad, pero que con esta experiencia se les pondrán pausa. Hacer cosas desde el agradecimiento siempre es opción, cosas como tender la cama, ayudar a cocinar, poner la mesa, lavar los platos, ser responsable de la habitación asignada para una(o) y sobretodo, dar el ejemplo de que se es capaz de vivir en comunidad.
Respetar las reglas
Cuando se decide llegar a ser alojada(o) por una familia de las registradas en el programa especializado para intercambio cultural en vez de llegar a una universidad y vivir en el campus, la mayor parte del tiempo las reglas de alojamiento serán impuestas por el programa y no tanto por la familia en sí.
Debido a esto, siempre hay comunicación entre las familias y los asesores del programa, por lo que estos les piden notificaciones si se llegara romper el protocolo.
Las familias pueden perder la capacidad de recibir estudiantes extranjeros si encubren la mala conducta de estos, así que se debe considerar que en caso de irrumpir con esto, no solo se afecta a una(o) mismo.
Aprender de ellos
Vivir en carne propia y aprender de los locales es mucho mejor que hacerlo en libros o textos de internet, videos, tik toks, etc. Esta es una experiencia que se debe disfrutar al máximo y sacarle todo el jugo posible, ya que no todos los que viajan al extranjero a estudiar tienen esta misma oportunidad. Normalmente, las familias que se enlistan en los programas tienden a ser grandes tutores, ya que aman enseñar su idioma, principalmente frases típicas o jergas que ayudarán a integrarse a la comunidad.
Pasar tiempo y compartir
A lo largo del alojamiento, la interacción se irá dando diario, cosa que sin problema ayudará a la adaptación a sus estilo de vida. De la misma manera que se aprecia a la familia en el país de origen, se puede aprovechar para dedicarle tiempo a la familia anfitriona para moldear una relación más cercana con quienes apoyaron a cumplir una meta más de la vida. Incluso, cuando el programa termine, no habrá motivo para dejar de entablar conversaciones con ellos, ya sea vía redes sociales o llamadas. De esto se trata esta experiencia, de conocer personas nuevas mientras se estudia.