La gastronomía italiana es probablemente una de las más reconocidas a nivel mundial gracias a un gran número de platillos identificables y característicos, pero la cocina italiana es mucho más que lo que se conoce. La mejor forma de comprobarlo es visitando el respectivo país y los mejores restaurantes para dejar de lado los estereotipos y descubrir una gran variedad.
A continuación se enlistarán restaurantes que son un completo must al viajar a Italia, incluso algunos de estos han sido nombrados como los mejores restaurantes a nivel mundial según la opinión de la crítica y el público. Lo que hacen Massimo Bottura, Nadia Santini o Massimiliano Alajmo es una pizca de todo el trabajo culinario que se puede encontrar en este país, disfrutando sus excelentes productos como: quesos, vinos, pescados, hortalizas y carnes, toda una experiencia culinaria.
Nápoles, Génova, Venecia, Turín y Milán son los sitios por excelencia para degustar de una tradicional cocina italiana que imprime por completo la esencia del país y que además implementa modernismo, libertad creativa y tradiciones, consiguiendo así una excelencia en patrimonio gastronómico.
Per Me de Giulio Terrinoni
Ubicado en Roma, entre la Via Giulia y la Via dei Banchi Vecchi, un restaurante que deja a ver la ideología de Giulio Terrinoni, un chef experto en dar experiencias, vivencias y recuerdos mediante la transformación de la materia prima de calidad impregnada de la tradición italiana.
Per Me ofrece carácter europeo dinámico. Carne, pescado, verduras de temporada y platillos que se degustan tanto del interior como al exterior.
La experiencia comienza desde las entradas como el carpaccio de dorada rayada a la cacciatora siendo acompañada con champiñones y alcaparras, la combinación de salmonete y ostras al vapor con salsa de ceviche y hierbas amargas o tallarines de sepia con granada, higos secos y mostaza, todo un deleite el platillo que mezcla sabores de la cocina de Terrinoni.
Entre esto, también podemos encontrar la pasta en todas sus variaciones y formas como la principal oferta.
Glass Hostaria
Lo que comenzó como un proyecto riesgoso de Cristina Bowerman hoy es un restaurante consolidado en lo mejor de la cocina italiana en Roma.
Glass, un lugar innovador y contemporáneo que es el resultado de las distintas experiencias y recorrido culinario de Cristina. Esta propuesta es un choque cultural que colinda entre las tradiciones y las costumbres sociológicas. No por nada se condecoró con su primera estrella Michelin en 2010. Bowerman asevera que su filosofía es la “cocina contaminada”, ya que da paso a conceptos poco usuales, pero que conviven en armonía y maridaje.
Los platillos más característicos del establecimiento son los ñoquis de papa con erizo de mar, ajo negro, limón y trufa; los ravioles rellenados con parmesano de 60 meses con mantequilla Isigny y los linguini llevan mantequilla de miso, anguila, manzana y rábano pocante. Para los platillos secundarios podemos encontrar pescado blanco con salsa de naranja, copos de bonito seco y rabanitos; cordero con calabaza, puré de zanahoria, zumaque, hinojo y queso Stilton o filete de ternera con chocolate, champiñones y foie gras añejado.
Además de pedir a la carta, este también ofrece distintos menús degustación, como por ejemplo el vegetariano.
Le Caldre
El concepto de este lugar es la revolución de los platillos y sus recetarios tradicionales. Utilizando ingredientes típicos y de la mano de Massimiliano Alajmo Le Caldre crece platillo tras platillo para dar paso a una gastronomía itálica nueva y evolucionada.
Massimiliano Alajmo es un completo experimentador en el arte culinario, siempre está cambiando su estilo y esto puede implicar que sea de un día para otro, por lo que su propuesta culinaria no es permanente.
El ímpetu artístico/transgresor le ha hecho conseguir, con Le Caldre de Padua en Italia, las 3 estrellas Michelin. Gracias a esto, se convirtió en el cocinero más joven de la historia en conseguir la tercera, que además elevó el restaurante a la élite del país, siendo identificado como uno de los mejores.
Tomar recetas ancestrales, ingredientes siempre presentes en la canasta básica italiana y reinventar, es la especialidad de Le Caldre, por lo que sus platillos reflejan sabores clásicos tradicionales pero redefinidos, aligerados o incluso más desarrollados. El risotto con polvo de regaliz y azafrán es un must en la experiencia ya que está clasificado como un “imperdible” del lugar.
Da Cesare
En el centro de la capital italiana, Da Cesare, todo un oasis toscano en dónde los clásicos italianos se mezclan con las especialidades para ser cocinados de manera tradicional. Su plato Michelin obtenido en 2017 avala la calidad.
Roma es una ciudad grande y turística, esto llega a hacer que dar una propuesta gastronómica interesante y de calidad sea complicado. No obstante, Da Cesare se opone a la idea de que comer sea solo un trámite desde 1965.
La experiencia empieza desde el momento en el que se eligen los ingredientes diariamente para los fogones. Se fríe con aceite de oliva extra virgen, con el fin de dar un carácter diferencial, aceite de cacahuate extra seleccionado. El parmigiano reggiano está hecho por uno de los artesanos más reconocidos en Italia, mientras que las pizzas, llevan verdadero queso mozzarella, genuino y sin industrializar.
Da Cesare, restaurante que presume su plato Michelin, interpreta magnificamente las especialidades toscanas y las delicias del mar. Entre sus entradas destacables se encuentra la base de carne, una combinación de finocchiona, salami, copa y tocino de Cinta Senese; jamón con mozzarella de búfala o bresaola con rúcula y queso Grana. Por el lado del pescado, Carpaccio mixto con crustáceos y ostras Gillardeau, anchoas marinadas de Cetara o ahumado de salmón salvaje.
Para los platos fuertes destacan los fetuchinis con ragú de carne de raza Chianina, los rogatoni con estofado de carne de raza Chianina y queso pecorino di fossa, sopa de cebada y lentejas, espagueti con almejas finas salvajes y ravioles caseros con salmón. Bistec de carne de la raza Frisona a la parrilla, hamburguesa tártara a la parrilla con trufa, escalope al vino, fritura de calamares y gambas de arrastre del Tirreno, pescado blanco al horno con papas o albóndigas de calamares.
Piazza Dumo
El gran legado de la familia Ceretto, en él se interpreta la cocina de la región de las Langue, cortesía del chef Erinco Crippa. Este lugar se caracteriza por las tres estrellas Michelin adquiridas y una mención especial entre las listas más importantes de los mejores restaurantes.
Al noreste de Italia, en el Piamonte, se ubica el municipio de Alba. Ciudad pequeña de un poco más de 30,000 habitantes, que además, es conocida por ser la que dio origen a Ferrero, el emporio de chocolate, por llevar a cabo la feria anual de la trufa blanca “La Feria del Tartufo” y por supuesto, por ser la cuna de uno de los mejores restaurantes italianos, Piazza Duomo.
La premisa principal de este lugar es crear la atmósfera perfecta para ofrecer experiencias únicas, de forma que proporcionan experiencias que a ellos mismos les gustaría vivir entre las paredes del restaurante ¿Cómo logran esto?, con la aseveración de que no son un restaurante con 11 mesas, sino 11 restaurantes diferentes.
Este restaurante logra ofrecer experiencias completas porque ofrece productos para todos los sentidos. En los 80’s comenzaron a experimentar con la viticultura, y más de un centenar y medio de hectáreas de viñedo, continuaron con la arquitectura contemporánea y el arte, para finalmente dar por fin a luz al que llegaría para quedarse, el restaurante en Alba. Para este proyecto, dieron con un edificio en la plaza del Duomo de la ciudad y se hicieron de los servicios de un cocinero que tuviera una envergadura proporcional a la del proyecto, quien finalmente sería Enrico Crippa.
El chef italiano combina la cocina de la región de las Langue con su increíble creatividad para así formar el concepto de la familia Ceretto y tenerlo presente en el establecimiento junto con el amor de la familia por el arte moderno. Los platillos van desde carnes a frutos secos, vegetales y frutas de toda clase, formando el match perfecto entre tradición, modernismo y sorpresa. Los menú degustación son: Evasione e Territorio, de once tiempos que incluye el attono alla cipolla o la lattughe e Agnello. Le Langheoggi, de seis tiempos, con antipasto piemontese o un plin altre arrosti. La Degustazione de nueve tiempos, con merluzzo alla portughesek o el plato de calamaro, patate, piselle e coste. Que además, este último puede extenderse por un complemento de dos platillos más seleccionados por el chef y basado en la temporada y el día.
